La automatización de los empleos es un fenómeno que lleva décadas desarrollándose y que hoy podemos ver con mayor claridad en actividades que realizamos diariamente. Cuando conversamos con un chatbot, con autos autónomos en nuestras autopistas, o cuando los almacenes están ordenados por máquinas, la inteligencia artificial está presente con todo su esplendor.

Hay quienes, ante la creciente tecnología, temen que los humanos serán reemplazados en sus trabajos. Acá discutiremos si ese miedo tiene o no fundamentos y por qué.

¿Qué va a pasar con el trabajo?

Aunque la inteligencia artificial mejora la calidad de vida de los humanos –después de todo, para eso fue creada – esta levanta interrogantes igualmente válidas: ¿qué sucederá con todos los trabajos que se están reemplazando con la automatización? Un estudio realizado por la consultora Mckinsey en el 2017, asegura que solo un 5% de las tareas que hacen los humanos pueden ser completamente automatizadas, mientras que el 60% de los trabajos tienen al menos un tercio de tareas que pueden ser hechas por una máquina, lo que implica cambios en los lugares de trabajo y la capacitación de los empleados. 

Así, el estudio también revela que para el 2030, entre 400 y 800 millones de personas van a perder sus trabajos –o dejar de hacerlos como hasta ahora –pero que para entonces aumentará la demanda de trabajadores en áreas como la salud y otros, que abrirán espacios para que las personas se capaciten y comiencen a desempeñarse en otras áreas de empleo.Ante la pregunta ¿habrá suficientes trabajos en el futuro?, McKinsey asegura que este, como otros cambios en las oportunidades de trabajo, varían y las personas se han adaptado a esos cambios en el pasado. No habría nada que temer.

Ser indispensable o no, esa es la cuestión

En un estudio realizado el 2020 en Estados Unidos por Mindedge, el 76% de los encuestados aseguró que su trabajo se había vuelto más fácil con la introducción de un robot. Un 57% cree que estas tecnologías son negativas para los trabajadores norteamericanos, aunque el 53% no está preocupado por perder su trabajo debido a la introducción de inteligencia artificial. Si bien las opiniones están divididas, la mayoría de los trabajadores piensa que la automatización ha hecho sus trabajos más fáciles y ha subido la moral en el trabajo. La verdad es que, sin importar cómo se perciba, la inteligencia artificial llegó para quedarse y en lugar de quejarnos, debemos prepararnos. 

Estar preparados para el futuro, que es hoy

Si vemos un gran cambio venir, lo mejor es enfrentarlo preparado preguntándose cómo se inserta la inteligencia artificial en mi negocio, si es que es necesaria y cuál es la mejor manera de aplicarla. A estas alturas, negarse por completo a la tecnología, sería un poco absurdo. Una vez claro el camino, es importante capacitar a las personas, entrenarlos y explicarles cómo la tecnología va a facilitar sus trabajos.

Poner el foco en el factor humano también es fundamental. La automatización está hecha para reemplazar tareas monótonas y tediosas, por lo que esta es la oportunidad para dar rienda suelta a la creatividad en el negocio, fortalecer el contacto con los clientes y otras tareas que una máquina simplemente no puede realizar. Además, una buena idea es comenzar introduciendo la inteligencia artificial en tareas pequeñas y crecer desde ahí.

Si bien puede hacer la vida más fácil y los trabajos más automáticos, la introducción de inteligencia artificial trae consigo un aumento en ciberseguridad. Estar seguros que todos entienden esto, es fundamental para evitar riesgos. 

Conclusión

En esta discusión, mientras unos aseguran que la inteligencia artificial será destructora de empleos, otras creen que las personas evolucionarán junto con la tecnología y se crearán nuevas funciones y habilidades que ocuparán el lugar en el mercado que antes usaban las labores tediosas y repetitivas. 
Lo cierto, es que la realidad probablemente sea algo intermedio. Tal como se asegura en la revista

Forbes, “los manufactureros de ayer, son los programadores de hoy. Las secretarias de ayer, son administradores de datos de hoy. Los repartidores de leche de ayer, son los choferes de Uber hoy en día. No es que hay los trabajos se hayan creado o destruido, sino que categorías completas han desaparecidos y otras, han tomado su lugar”. Solo queda estar preparado para enfrentar el cambio.